Literalmente la palabra TANTRA significa trama (del tejido), continuidad, sucesión, descendencia o también proceso continuo, desarrollo de una ceremonia, sistema, teoría, doctrina, obra científica, sección de una obra.
Para la masa india actual, tantra significa toda doctrina no védica, lo que demuestra que es lo opuesto al sistema ariano-védico-brahamánico.
El tantra es un conjunto de prácticas milenarias, su nombre apareció recién el siglo VI. También significa “oficio de tejer, tejidos, y esto parece no tener relación con una doctrina, pero el tantra percibe el universo como un tejido donde todo se une, todo se sostiene, todo actúa sobre todo.
NO ES DOGMA
El tantra no es dogmático, pero eso no significa que un practicante tántrico deba rechazar sus dogmas, si los tiene. Si su religión se los propone, perfecto, pero el tantra en sí no se los proporcionaría. El tantra, que entre otras cosas busca lo real de las cosas, no está en conflicto ni con la ciencia, ni con la religión: nada nos obliga a aceptar la idea de una conciencia que impregna todo el universo material. Para el tantra la conciencia no es un principio metafísico, sobrenatural, sino una propiedad fundamental del universo material.
El tántrico no se concibe separado del resto de los vivientes, perdido en un minúsculo planeta. Sabe que es parte integrante de la vida desde sus orígenes, bajo todas sus formas, y sabe que esta vida es un proceso continuo y consciente que abarca todo el universo.
Para el tantra la materia no se limita a nuestro minúsculo planeta y es el universo total lo que es “viviente y activo”, y la vida es perpetua evolución, es inconcebible sin conciencia. La vida, la conciencia y la mente son, según el tantra, diversos aspectos de la energía cósmica, más o menos sutiles, pero tan concretos y materiales como la gravitación.
“Nada puede sucederte. Tú perteneces al todo y todo te pertenece. Nada puede sucederte”
Esta certeza, que proporciona una serenidad total, se adquiere por medio de la meditación. El practicante percibe también que él mismo encierra potencialidades infinitas, de las fuerzas cósmicas creadoras que actúan en todo el universo.
Todo este pensamiento está en nuestra naturaleza, son los prejuicios, los sentidos, las ilusiones (Maya), los que lo ocultan.